Su padre, José Marconi, fue un negociante próspero. Su madre, Ana Jameson, procedía de una conocida familia de destiladores de Dublín. La mitad de su sangre era escocesa, y la otra mitad, irlandesa, y era de religión protestante. Hizo de Marconi un buen estudiante de la Biblia y un buen pianista (ella era un músico consumado), y le enseñó a ser tenaz y perseverante.
Marconi sintió la atracción de la ciencia desde sus primeros años. A los doce años, los estudios de Física y de Química absorbían por completo todo su interés. Una vez le preguntaron sus padres cuál era la razón de su amistad con un hombre viejo y ciego: " Este hombre -contestó- es un telegrafista retirado y me está enseñando el alfabeto Morse ".
Tenía veinte años cuando leyó una nota necrológica sobre el físico alemán Heinrich Hertz, en la que se describían los experimentos que aquél había realizado en el campo de las ondas electromagnéticas. ¿ Por qué no habrían de poder transmitirse señales a través del aire sin alambres, igual que Hertz había transmitido una chispa?.
El primer de sus experimentos tuvo éxito en 1894 y fue seguido de otros, en los que transmitía a distancias cada vez mayores. Ofreció su invento al Gobierno italiano, pero el ministro de Correos y Telégrafos no mostró interés alguno.
Su madre le animó diciéndole: " Quizá encuentres mejores oportunidades en mi país ". En 1896, Marconi llegó a Londres con dos baúles llenos de instrumentos. Los empleados de la aduana, sospechosos de lo que pudieran ser aquellos extraños artificios, los sometieron a un " examen " tan riguroso que acabaron por estropearlos. Marconi tuvo que rehacer todo el instrumental.
Pero, por fortuna, el Gobierno británico y ciertos ciudadanos particulares comprendieron que aquel joven de sólo veintidós años era dueño de un invento revolucionario que podía hacer posible un día en el futuro comunicarse con buques en alta mar. En 1897 se constituyó una sociedad británica para explotar la " telegrafía inalámbrica ". A Marconi se le concedería la mitad de las acciones que formaba el capital nominal y quince mil libras esterlinas en dinero efectivo, con lo cual a los veintitrés años ya era un hombre rico.
La primera estación inalámbrica, montada en la isla de Wight, en 1897, estableció contacto con un vapor a dieciocho millas de distancia. Un año después se le pidió a Marconi que enviara mensajes desde un remolcador que seguía a los yates participantes en la regata de Dublín. El primer día, el experimento fue un completo fracaso, pero no por ello desistió Marconi en su empeño y finalmente logró transmitir más de cien mensajes, con lo que ganó el apoyo de la prensa, a cuyas actividades el telégrafo inalámbrico abría un amplio campo.
En aquel mismo año, la reina Victoria expresó el deseo de obtener una comunicación desde su residencia de verano en la isla de Wight con el yate real Osborne, en el cual se hallaba su hijo (más tarde Eduardo VII), convaleciente de un golpe recibido en la pierna.
Cierta mañana, mientras Marconi se hallaba trabajando en los jardines de Palacio, pasó cerca de él la Reina, quien no se dignó contestar el saludo que aquél le dirigió. Herido en su amor propio, Marconi anunció que abandonaba el experimento y que no volvería a palacio. " Busque a otro electricista ", ordenó la reina Victoria. "¡Pero, Majestad no tenemos un Marconi inglés!" ( se le contestó). Entonces la reina le invitó a almorzar y así se apaciguó Marconi, desistiendo de su anterior resolución y llevó a cabo el real cometido.
A principios de 1899, Marconi experimentó una de sus más grandes satisfacciones, pues su invento tuvo la primera oportunidad de salvar vidas humanas. Un buque-faro británico, provisto de aparato de telegrafía inalámbrica, oyó la sirena de auxilio de un vapor que estaba naufragando en el paso de Calais. El buque-faro envió un mensaje inalámbrico a la costa e inmediatamente se despacharon botes a salvar la tripulación.
En todo el mundo se publicó la noticia. Se construyeron estaciones en Inglaterra y en el Continente y se instaló el inalámbrico en barcos ingleses e italianos.
Con el 1899 se abre un nuevo año de sucesos, a escala mundial, para la radiotelegrafía. En esa época, se hicieron acuerdos entre el gobierno inglés y Marconi para conexiones radiotelegráficas permanentes entre Inglaterra y Francia. Las localidades elegidas fueron Wimereux, en la costa francesa, a 5 kilómetros de Bolonia y la oficina del faro de South Foreland a 6 kilómetros al este de Dover, al otro lado del canal.
Marconi prefirió estas localidades a las de Calais y Dover, ya que la distancia entre éstas era de 46 millas, mientras que la por él elegida era de sólo 32 millas, o sea, un poco superior a la distancia entre las estaciones permanentes y existentes de Poole y Needles (isla de Wight).
La sociedad Marconi obtuvo la autorización para realizar las instalaciones en febrero de 1899, bajo las condiciones de que una comisión francesa siguiera todas las experiencias y que la estación francesa fuese demolida al término de las mismas.
Las dos antenas eran perfectamente visibles una desde la otra, y tenían primeramente una altura de 45 m pero después fueron reducidas a 37 m que parecía el límite mínimo para su buen funcionamiento. Los hilos de las antenas habían sido duplicados por medio de un segundo conductor unido al primero, en paralelo. Además de éstas había, al este de South Foreland (a una distancia de 19 kilómetros), una tercera estación instalada algunos meses antes a bordo del barco faro " E.S. Goodwin ", y que servía para las comunicaciones regulares entre esta nave y la costa. La antena del Goodwin era de 24 m, el casco y la arboladura totalmente de hierro.
Los aparatos receptores eran del tipo modificado y los transmisores no habían sufrido cambios esenciales desde las primeras experiencias, ya que continuaba con las dos esferas del excitador en comunicación directa una con la antena y la otra con tierra.
El 27 de marzo es la fecha de la conexión radiotelegráfica oficial entre Francia e Inglaterra. Un periodista presente en el acontecimiento así escribió: " Este es el mensaje, bastante corto e insignificante, pero de gran importancia porque es el primero sin hilos, enviado desde Inglaterra al Continente. La misión ha sido cumplida. Ha venido al mundo algo que permanecerá ".
El " Times " de 28 de marzo de 1899 publicó el primer marconigrama enviado por radio a través del Canal de la Mancha. Uno de los primeros mensajes fue el enviado por Marconi al profesor Branly. Rezaba así: " Marconi envía al Sr. Brandly sus más respetuosas felicitaciones a través del Canal de la Mancha. Este acontecimiento ha sido debido en parte, a las notables investigaciones del Sr. Brandly. ".
Una conferencia relativa a tal conexión tendrá lugar más adelante ( 20 de septiembre ) en Boulogne sur Mer por el profesor Albert Tupain, uno de los principales exponentes de la radiotelegrafía francesa, por cuenta de la " Association Francaise pour l´ Advancement des Sciences ".
En los meses de julio y agosto de 1899 se hicieron instalaciones provisionales a bordo del " Ibis " y del transporte " Vienne ", el primero con una antena de 22 m y el otro con una de 31 m. Las comunicaciones entre South-Foreland, Wimereux y Goodwin, y a la inversa, fueron siempre muy satisfactorias en todo tiempo (niebla, viento, lluvia, tempestad). Las comunicaciones entre las estaciones móviles ( Ibis y Vienne ) y las tres estaciones fijas, fueron igualmente muy buenas, tanto con las naves ancladas como navegando.
En el mismo verano de 1899 fueron efectuadas pruebas, con aparatos tipo Marconi, por los ingenieros húngaros Schaeffer y Bola, que hicieron los experimentos de radiotelegrafía entre Trieste y el buque " Massimiliano " en ruta a Venecia. Los aparatos utilizados eran del tipo Marconi, salvo el cohesor de detección que era el inventado por Schaeffer. El aparato transmisor estaba colocado en el faro de Trieste y el receptor en el buque.
Desde el faro de Trieste se radiotelegrafiaba cada cuarto de hora al buque, que había salido a la medianoche del 19 al 20 de julio, desde Trieste hacia Venecia. Durante 65 kilómetros los telegramas fueron transmitidos claramente, después sólo se recibieron señales indescifrables, hasta la extinción de éstas. En el camino de vuelta se repitieron los experimentos con iguales resultados.
Marconi, en agosto 1899, procede a una serie de experiencias durante las grandes maniobras navales inglesas. Las conexiones fueron efectuadas hasta una distancia de 140 km. y Marconi siguió los experimentos a bordo del crucero " Juno ". Los periodistas destacaron que era la primera vez, en la historia de la Marina inglesa que un extranjero estaba a cargo de la dirección técnica de tan delicado servicio secreto. El comandante Jackson, les respondió así: " Desgraciadamente no existe un Marconi inglés ".
En el mes de septiembre del mismo año 1899 con motivo de los congresos de la " British Association " , y de la " Association Francaise pour l´Advancement des Sciences ", en Bolonia, se intercambiaron despachos entre Dover y Wimereux a pesar de la interposición de la gran masa rocosa existente entre ambas estaciones (50 Km ).
El récord de la distancia, en las experiencias de este período, se obtuvo en la comunicación establecida entre Wimereux y dos estaciones, Harwich y Chelmsford, ambas en la provincia de Essex, en la otra parte del Canal de la Mancha, distantes 136 Km de Wimereux. Los experimentos se realizaron con una antena de 45 m de altura.
El 13 de septiembre de 1899, Marconi a bordo del " Urania " parte para América del Norte, y llega a New York el 21 de septiembre. Del 22 de septiembre al 3 de octubre Marconi, por cuenta de los diarios " New York Herald " y " Evening Telegraph " asegura un servicio rediotelegráfico durante las regatas de la " International Yacht Races for America´s Club " a bordo del " Ponce ". Se realiza con éxito y determina un gran eco en los ambientes periodísticos, difundiendo el mito del gran italiano en los Estados Unidos.
Le llega el turno a la marina estadounidense. Desde el 11 de noviembre de 1899, Marconi efectúa experiencias de telegrafía sin hilos entre las unidades de la marina estadounidense " New York " y " Massachusetts " hasta la distancia de 57 Km pero en sentido contrario sólo se pudieron cubrir distancias de 27 Km
También en el año siguiente (1900) durante las maniobras navales inglesas, las dos naves " Juno" y " Europa " pudieron intercambiar despachos hasta una distancia de 106 km. En un artículo aparecido en la revista " Navy and Army Illustrated " fue ampliamente descrito el experimento.
El comienzo del nuevo siglo ve la transformación de la " Wireless Telegraph Trading Signal Co.Ltd. " en la " Marconi´s Wireless Telegraph Co.Ltd. ", después universalmente llamada " Marconi ".
El 26 de abril, Marconi obtiene la famosa patente nº 7777, de la oficina de patentes inglesa. En 1900 la " Marconi " concluye el contrato con el almirantazgo inglés para la instalación de 32 estaciones de telegrafía sin hilos, parte sobre buques de guerra, parte en las capitanías de los puertos. Las condiciones de conexión impuestas eran que los aparatos permitieran el intercambio de mensajes entre dos naves distantes entre ellas 105 kilómetros, una de las cuales se encontraba en Portland y la otra en el puerto de Portsmouth. Se lograron las comunicaciones con gran éxito.
En 1901, por parte de la Marina militar italiana quedan realizadas las conexiones permanentes entre el Continente y Cerdeña, utilizando un nuevo tipo de aparato construido por Marconi y registrado con el nombre " Modelo 1901 ". Pero, volviendo a Marconi, lo vemos, en los comienzos de 1901 a bordo del " Filadelfia ". En el curso de los experimentos, constata la diferencia de alcance de las ondas de radio durante las horas nocturnas y diurnas.
En 1901 el Gobierno francés encarga a Marconi la conexión radiotelegráfica entre Francia y Córcega. Marconi prepara las comunicaciones bajo el control del capitán del cuerpo de Ingenieros Ferrier y del teniente de navío Tissot.
A comienzos de abril de 1901 se consiguieron interesantes comunicaciones entre las estaciones de Biot, en Antives en la costa francesa, y la similar de Calvi, en Córcega, distanciadas entre ellas por 175 kilómetros de mar abierto. Los aparatos eran los del segundo sistema Marconi, el " rocchetto " proporcionaba una chispa de 25 centímetros alimentado por una batería de acumuladores. Según el número de botellas de Leyden que se usaban en el condensador del circuito oscilador, es decir, según la longitud de onda empleada, variaba también la forma y amplitud del transformador; el más frecuentemente utilizado (con 13 botellas, la longitud de onda 300 metros) tenía una espira en el primario, y el secundario formado por 6 espiras.
Los conductores de antena estaban constituidos por 4 cables distanciados uno de otro por 1,5 metros los cuatro conductores se unían a un sólo cable el cual a su vez se conectaba a los aparatos. La altura de la antena que sostenía a los cuatro conductores era de 52 metros la de Biot y de 55 metros la de Calvi. En ambas estaciones se tuvo gran cuidado para asegurar una buena toma de tierra, de gran superficie, unida mediante un cable muy corto. El transformador de antena del receptor, llamado " jigger " correspondía a una longitud de onda de 300 metros.
Las comunicaciones se establecieron entre las dos estaciones en tres " tonos " diferentes, siempre con resultados satisfactorios, pero resultaron más perfectas empleando ondas más largas. No todas las horas del día eran igualmente propicias para las transmisiones, ya que en el mediodía las comunicaciones eran más difíciles e incluso algunas veces imposibles.
En esta ocasión se hicieron también experimentos de comunicación con la nave " Princesa Alicia " perteneciente al príncipe de Mónaco y la distancia alcanzada fue superior a 150 kilómetros. Respecto a la velocidad de transmisión fue posible recibir 14 veces la palabra París en un minuto, un despacho de 46 palabras pudo ser recibido en 4 minutos y 50 segundos y repetido en el mismo tiempo, pero se reconoció que, en condiciones normales, debido especialmente a la irregularidad del cohesor, no se podía contar con una velocidad superior a la de 6-8 palabras por minuto.
Las experiencias continuaron bajo el control de una comisión oficial integrada por los delegados de los Ministerios de Telégrafos, de Colonias, de Guerra y de Marina franceses. En abril de 1901, los EEUU compraron las patentes de Marconi. El 15 de mayo Marconi ofrece su segunda conferencia sobre las telegrafías sin hilos, " Syntonic Wirelles Telegraphy " en la " Royal Society of Arts " de Londres.
El sueño de Marconi era realizar la conexión radiotelegráfica entre el Viejo y el Nuevo Continente. Repetir, por otro camino la victoria de Cristóbal Colón y también la de la conexión, más reciente, entre ambos continentes, mediante cable submarino.
En el mes de octubre de 1900 habían comenzado las obras de la nueva estación ultrapotente de Poldhu ( Cabo Lizard ), en Cornovaglia, en la punta sur-occidental de Inglaterra. Como antena, Marconi había realizado definitivamente una especie de cono invertido compuesto por 400 conductores aplicados sobre la circunferencia de un anillo sostenido por 20 mástiles de madera con una altura de 60 metros cada uno. El anillo entorno al cual estaba unidos los 400 conductores tenía un diámetro de 120 metros.
La instalación estaba prácticamente terminada, cuando el 17 de septiembre de 1901 un violento huracán destruyó toda la antena cuya construcción había costado casi un año de trabajo. El siniestro indujo a Marconi a realizar una antena más simple empleando el material todavía útil. Fueron levantados dos mástiles de 60 metros y distanciados entre sí 160 metros y unidas las puntas de ellos por un cable de acero, del cual se colgaron 50 conductores de cobre. Terminada la nueva antena se conectó al transmisor y se hicieron pruebas.
Para la recepción se utilizaba todavía el cohesor que Marconi, no obstante, había hecho enormemente sensible. En los meses de septiembre y octubre Marconi se dedicó al perfeccionamiento de las instalaciones de Poldhu. Hacia mediados de noviembre la estación estaba terminada y perfectamente ajustada en la frecuencia prevista.
Como localidad al otro lado del Océano, elegida para la recepción, se escogió la Costa de Terranova (entre USA y Canadá), que es la parte de tierra del continente americano más próxima a Europa, a la distancia de 3.500 kilómetros de Poldhu.
Marconi había salido de Poldhu después de haber dejado instrucciones detalladas. Todos los días, a las seis de la tarde, sería enviada una larga serie de " S ", letra que en el alfabeto Morse está compuesta por tres puntos.
El martes 22 de diciembre de 1901, hacia el mediodía, mientras Marconi estaba a la escucha, sucedió el milagro.
Las ondas eléctricas generadas en Poldhu habían atravesado el Atlántico, sin preocuparse de la curvatura de la tierra que muchos consideraban como un obstáculo insuperable, y habían excitado el receptor de Terranova.
En los dos días sucesivos las señales fueron nuevamente recibidas. Las dudas habían desaparecido. Marconi, habiendo conseguido cuanto quería, optó por volver a Europa y ponerse manos a la obra, con plena confianza, con las experiencias que deberían, capacitarle, un año más tarde (20 diciembre 1902), para enviar el primer radiotelegrama a través del Atlántico, bilateralmente. Mientras estaba por comenzar un nuevo ciclo de pruebas, recibe una notificación de la " Compañía Anglo-Americana de Cables Telegráficos ". La Compañía aseguraba poseer la concesión del monopolio de las comunicaciones telegráficas entre la isla de Terranova y el resto del mundo y que, por tanto, las actividades de Marconi constituían una violación de sus derechos.
El 25 de junio de 1902, Marconi patenta el famoso " detector magnético ", para sustituir al cohesor. La patente lleva el número 10245.El detector magnético resultaba más sensible y estable. Consistía en una redecilla de hilos de hierro que recorrían el campo magnético creado por dos imanes, pasando luego por el eje de dos solenoides coaxiales. Un solenoide estaba conectado entre la antena y tierra. El otro, conectado a un receptor telefónico.
Un prototipo del detector magnético realizado por Marconi en 1902 fue colocado en una caja de puros. Las corrientes inducidas, determinadas por las corrientes de radiofrecuencia en el primer solenoide, causaban la desmagnetización de la redecilla de hierro. Tal variación de intensidad de campo provocaba en el segundo solenoide bruscas variaciones de corriente, en concordancia con las señales recibidas, permitiendo la detección de las mismas y la audición en el teléfono de las señales recibidas.
Necesitaba efectuar una serie de experiencias para dar una solución definitiva a diversos problemas. En 1902 efectúa con el acorazado " Carlo Alberto " dos cruceros. El primero, en los mares del Norte, de junio a septiembre de 1902.Esta campaña, memorable en la historia de la radiotelegrafía, condujo a resultados superiores a los esperados, pues se llegó a transmitir señales desde Poldhu a Cagliari, o sea a una distancia de 1580 kilómetros, dos tercios de los cuales fueron por tierra, atravesando Francia. También se transmitieron telegramas desde Poldhu a Gibraltar, atravesando la parte más montañosa de España.
El 16 de julio, el rey de Italia, que se encuentra en Kronstdadt, se dirige a bordo de la " Carlo Alberto " a reunirse con el zar Nicolás II. Con tal ocasión se había establecido que un breve marconigrama de saludo sería transmitido desde la estación de Poldhu, a la hora prevista para la visita del zar.
El almirante Makaroff, muy satisfecho por el experimento efectuado durante la visita del Zar, hace todo lo posible para que Marconi y Popov puedan encontrarse.
El 17 de julio." Vengo a felicitar al padre de la radio " dice Popov, estrechando la mano de Marconi, que entonces tenía veintiocho años. Marconi con gentil alusión a los estudios de Popov en el campo de la radio, responde sonriendo: " pero si puedo ser vuestro hijo ". Algunos días después la marina imperial rusa adquiere dos estaciones de radio Marconi, del tipo más moderno, que son instaladas a bordo del " Rolland " y del transporte " Koreja ".
La noche del 24 de agosto la nave " Carlo Alberto " parte de Portsmouth hacia los mares de España. Durante la estancia de la nave en esta zona, se reciben cada tarde mensajes desde Poldhu. Encontrándose el 30 de agosto, la nave en ruta hacia Cádiz se estableció que la distancia óptima para las comunicaciones, durante el día, era de 1000 kilómetros.
Los experimentos efectuados con la " Carlo Alberto " demostraron la posibilidad de transmitir despachos, con aparatos Marconi, a distancias superiores a los 1500 kilómetros, a pesar de las montañas, pero también indicaron que debía elaborarse más el sistema, antes de alcanzar la seguridad que concede la transmisión telegráfica por cable.
El Gobierno italiano acordó con Marconi que la nave Carlo Alberto tomara parte en los trabajos de la estación de Glace Bay, y el 30 de septiembre de 1902 la nave zarpó hacia las costas de Cornovaglia donde subieron a bordo Marconi y sus ayudantes.
En la primavera siguiente (1903) se intentó la transmisión de noticias radiotelegráficas al Times de Londres a América, para demostrar la posibilidad de un servicio regular de telegramas, pero al cabo de algunos días el servicio tuvo que ser suspendido a causa de los aislantes de antena. Es después de esta comunicación marconigráfica que la radiotelegrafía aparece a los ojos de todos, incluso de los críticos y de los científicos más obstinados, una realidad grandiosa y benéfica, una conquista de gran interés para la civilización.
En el otoño de 1904, deseoso de tranquilidad después de tranquilidad después de trabajar en varios nuevos inventos, Marconi se retiró a su estación inalámbrica de Pool, cerca de Bournemouth, en Inglaterra. Allí conoció a la que sería su esposa, Beatriz O´Brien, hija de Lord y lady Inchiquin. Ella tenía entonces diecinueve años y estaba en plenitud de su belleza. Marconi le propuso matrimonio en el sitio que menos podía esperarlo, en la cúpula del Alberti Hall, de Londres. Poco después se casaron y salieron para Nueva Escocia donde Marconi pensaba mejorar su estación inalámbrica de Glace Bay. En dichas circunstancias fue llamado desde Londres. Los fondos de la compañía se habían gastado investigaciones y experimentos, y los bancos se negaban a conceder nuevos créditos. Marconi fue entonces a Italia con la esperanza de conseguir allí la necesaria ayuda bancaria, pero también le fue negada.
Una vez de regreso en Inglaterra reorganizó la compañía, reduciendo considerablemente el personal y el presupuesto de gastos. Pero todo parecía salir mal. Su primer hijo murió a los tres meses de nacer, las compañías alemanas y norteamericanas de telégrafo inalámbrico comenzaron a violar los derechos de su patente y la gran estación de Glace Bay, que tanto había costado en esfuerzo, tiempo y dinero, fue destruida por un incendio. Al tener noticia Marconi de semejante desastre se sentó al piano y tocó una sonata de Beethoven. Enseguida se levantó y le dijo a su esposa: " Ahora ya sé lo que tengo que hacer ".
Estaba decidido a trabajar más duro que nunca. Probaría que el inalámbrico era un negocio comercial. Y entablaría acción judicial contra los violadores de su patente. Un año después, la estación de Glace Bay se hallaba reconstruida y Marconi había ganado el primer pleito en Nueva York. La fortuna volvía a sonreírle. En 1909 recibió el Premio Nobel de Física, y un nuevo equipo directivo levantó se hizo progresar su compañía.
Mientras tanto, trabajaba en nuevos inventos de radio, tales como un buscador de dirección, para dar mayor seguridad a los buques en alta mar. El desastre del Titanic, acaecido en 1912, vino a demostrar cuán acertado había sido su consejo de que todos los barcos deberían ir provistos de equipo inalámbrico. El equipo de radio del Titanic llamó en su auxilio a muchos buques que de otra manera no hubieran tenido noticia de la tragedia. Los 706 supervivientes del naufragio, a quienes Marconi salió a recibir en Nueva York, lo saludaron con gritos de: " ¡ A usted le debemos la vida! ". Fue premiado con una medalla de oro. La atención y la gratitud del mundo estaban fijas en él. En Inglaterra se le concedió el título de sir y en Italia se le hizo senador y marqués.
Continuaron las experiencias de Marconi posteriormente a bordo de su laboratorio flotante, la nave " Elettra ". Dicha nave fue proyectada por los ingenieros navales Cox y Quing de Londres. Fue construida en los astilleros de la sociedad Ramage and Fergusson (actualmente incorporada en la Henri Robb, de Londres), de Leith, en Escocia, asumiendo el nombre de Rowenska, así bautizada por la archiduquesa María Teresa de Austria
La nave permaneció en Asburgo hasta 1909,año a partir del cual enarboló la bandera inglesa, siendo primeramente propiedad de Sir Max Waetcher y después, en 1914, de Gustavus M.F. Pratt, manteniendo Londres como puerto de armamento. Durante la primera guerra mundial, fue adquirida por el Almirantazgo como nave auxiliar y buque insignia del comando dragaminas del mar del Norte. Desarmada en febrero de 1919, fue adquirida por Marconi que la rebautizó con el nombre de " Elettra ". El 21 de diciembre de 1921 pasó a navegar con bandera italiana.
La decisión tomada por Marconi de tener su propia nave laboratorio para investigar sobre la propagación de las ondas cortas, quizá estuvo basada en un estudio suyo sobre los efectos de la direccionabilidad. Según sus palabras, " una estación móvil destinada a investigaciones y medidas, goza de notables ventajas frente a una estación fija, en la resolución de problemas de portadora, de efectos direccionales y otros problemas similares ".
Durante los años 1921,1922 y 1923 Marconi realiza múltiples viajes a bordo del Elettra, estando por los mares del Norte, Mediterráneo y hasta en América del Norte.
En Poldhu, en 1924, se instala un nuevo tipo de receptor. Entonces realiza una campaña por el Atlántico, Madeira y Mediterráneo. El motivo de esta campaña era la verificación de las condiciones de recepción de las señales emitidas por la nueva antena de Poldhu, así como experimentos de transmisión desde el Elettra, con onda de 32 metros. Los experimentos fueron por cuenta del gobierno inglés. Quedó explorada toda la gama desde los 32 a los 30 metros, consiguiendo comunicar con una potencia de solamente 12 Kw a una distancia de 4130 kilómetros. De esta forma se eligen las frecuencias a utilizar en las comunicaciones nocturnas y diurnas.
En los años 1925 y 1926 los trabajos se dedicaron a la obtención de nuevos datos y a mediaciones de campo relativas a las nuevas instalaciones que poco a poco entraban en servicio para conectar Inglaterra con el resto del mundo. En estos años se efectuaron también mediciones en alta mar, en el Atlántico y en el Mediterráneo, relativas a la conexión por haz de ondas entre Inglaterra y Canadá, conexión que fue inaugurada el 24 de octubre de 1926.Marconi dirigió también en aquel período los experimentos con el fin de verificar la utilidad de los radiofaros.
Hasta 1937 Marconi a bordo del Elettra continuó navegando por todo el mundo y realizando experimentos para avanzar en el mundo de la radiodifusión.
Marconi falleció como consecuencia de un ataque cardíaco, el 20 de julio de 1937.La Sociedad Marconi italiana donaba al Estado, en ocasión del primer aniversario de la desaparición del genio, las instalaciones de radio que poseía a bordo del Elettra.
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