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miércoles, 10 de agosto de 2011

MARCONI EN LA ARGENTINA

Hoy en día, inmersos en una nebulosa mediática sin precedentes, donde colisionan y nos apabullan infinitos mensajes fragmentados viajando a la velocidad de la luz, dominados por la TV y la computadora, nos es casi impensable disfrutar de un día de campo sin llevar, mínimamente, una radio... Nos parece algo tan natural, casi un apéndice de nuestro cuerpo, que no reparamos muchas veces en ello... Sin embargo, es un hecho por pocos conocido, que la primera comunicación radiotelegráfica de nuestro país, la llevó a cabo el ingeniero italiano Guillermo Marconi en Bernal, en 1910.

Buena parte de los avances tecnológicos en el campo de las telecomunicaciones, descansan en experiencias y descubrimientos que se remontan al siglo XIX y principios del XX; así es el caso de la telegrafía, la telefonía y posteriormente la radiotelefonía (transmisión de voces y sonidos mediante ondas de radio); no fue fácil ni rápido el camino.
En 1844 el norteamericano Samuel Morse, utilizando el código por él inventado, pudo enviar la histórica frase "¿Qué forjó Dios?" a través de una línea telegráfica entre Baltimore y Washington; en 1876 Graham Bell patentó un invento que permitía convertir las vibraciones sonoras en impulsos eléctricos y viceversa, saliendo a la luz el teléfono. Pero estos dos grandes inventos necesitaban una línea, "un cable", para que puedan transportarse los mensajes de un punto a otro. La entrada en escena de Marconi le dará un giro revolucionario a las comunicaciones.

En 1888 el alemán Heinrich Hertz construye un oscilador que permite poner de manifiesto las ondas electromagnéticas en un circuito eléctrico, demostrando además que se pueden desplazar en el espacio sin la necesidad de cuerpos conductores. Estas "ondas hertzianas" quedarán en el laboratorio hasta que un joven italiano de dieciocho años de edad, nacido cerca de Bolonia en 1874, tiene una intuición genial: ¿Será posible ubicar el transmisor a una distancia considerablemente mayor del receptor de ondas, de tal forma que éstas se desplacen por el espacio? El visionario no es otro que Guillermo Marconi. Fascinado por la idea, se pone a trabajar y después de numerosos experimentos logra activar un timbre eléctrico remoto. Pero otro invento le da la clave que busca: el físico ruso Alexander Popov descubrió que un receptor de ondas es más sensible si se le adiciona una antena, es decir, un cable conectado al aparato y a tierra tendido lo más alto posible... Entusiasmado, Marconi moviliza a toda su familia y a la servidumbre de su casa paterna, convertida en laboratorio, y tras varias experiencias en 1895 logra transmitir un mensaje telegráfico a la distancia de una milla: es el nacimiento de la telegrafía sin hilos, la radiotelegrafía. En los años siguientes realiza numerosas pruebas en Europa; en 1901 logra unir las dos costas del Atlántico Norte gracias a una antena erigida en aeróstatos; sus extraños equipos se esparcen por todo el mundo y barcos, ejércitos y marinas los adoptan. En 1905, a bordo de un globo, realiza la primera transmisión telegráfica aire-tierra sin cables. Los ingleses, atentos, financian sus trabajos. Entretanto, Marconi funda una compañía para fabricar los aparatos y se encarga personalmente de presentarlos en distintos lugares del planeta. En 1909, con el físico alemán Carlos F. Braun, comparte el Premio Nobel de Física.

Marconi desembarca en Argentina.

Con motivo de celebrar el centenario de la Revolución de Mayo, se organizan diferentes eventos y se invita a nuestro país a numerosas personalidades de relevancia internacional. Para la primavera de 1910, Marconi junto a varios colaboradores, desembarcan en el puerto de Buenos Aires trayendo consigo numerosos equipos; su destino: Bernal.

Alto en la torre

"Me place haber realizado estas pruebas con tanto éxito... Creo que un país de tan dilatado territorio como la Argentina será de los más beneficiados por este medio de comunicación... No puedo dejar de hacer presente mi reconocimiento a la ayuda que se me ha prestado en estas pruebas..." dirá Marconi tras culminar sus experiencias en nuestra región. Pero la historia comienza un tiempo antes...
Corría el año 1908. En un lugar cercano a la actual plaza Suiza, en Barrio Parque, en terrenos que pertenecieron a la familia Bernal, se edifican oficinas y depósitos, se instalan equipos y se transporta una gran cantidad de hierros trabajados con los cuales se levantarán dos torres de más de 60 mts. de altura, utilizadas como torres de transmisión por la Compañía Telegráfica Marconi, sede local de la compañía fundada por el inventor para la explotación de sus radiotelégrafos. Por razones que no fue posible establecer, los trabajos se realizaron con lentitud. ¿Por qué Marconi eligió a Bernal para sus experiencias en Argentina? Se ha especulado al respecto; sabido es que en nuestra zona se radicaron gran cantidad de italianos y se mantienen vínculos estrechos con los genoveses; en aquellos años el lugar estaba casi totalmente descampado (aunque ello no era la excepción) pero los terrenos elegidos tienen una altura superior a la de otros lugares, incluyendo Buenos Aires.

Barriletes con sorpresas

"Los pasajeros del tren se aglomeraban junto a las ventanillas, fascinados por las evoluciones de un enorme y extraño barrilete que lentamente ganaba altura desde unos elevados terrenos junto a las vías; contra lo que pudiera creerse, los niños miraban desde lejos y un grupo de hombres, comandaban y seguían los movimientos del ingenio volante... Paulatinamente, los habitantes de la zona se acercaban a presenciar el raro espectáculo sin comprender muy bien de qué se trataba... El barrilete llevaba en su cola algunos aparatos y además de su hilo de remontar, colgaban otros hilos y alambres... Alguien dijo que entre los hombres del barrilete había un joven científico italiano, que intentaba comunicarse con el resto del mundo usando sólo esas cajas y el barrilete... Vaya el progreso..."
Finalmente en aquella tarde algo ventosa de septiembre de 1910, Marconi logró establecer comunicación radiotelegráfica primero con América del Norte y luego con Irlanda, inaugurando la era de las comunicaciones inalámbricas en Argentina. continuó sus experiencias en Bernal, aunque las antenas suplantaron a los radiobarriletes.
Según da cuenta Pedro Jofré, la colectividad italiana rindió cálido homenaje al sabio italiano. Veinte años después, a bordo de su yate "Electra", frente a las costas de Génova, Marconi establece la primera comunicación radiotelefónica entre Italia y nuestro país, escuchándose su voz durante la prueba de sus nuevos transmisores.

Semillas de radio

Las pruebas efectuadas por Marconi en Bernal, no sólo fueron las primeras, sino que además dejaron sus huellas en la zona: varios quilmeños se sintieron estimulados por las experiencias y comenzaron a desarrollar propias.
El 26 de abril de 1922, el destacado ingeniero quilmeño Orestes Roverano junto al aficionado Manuel Ales, en los radioreceptores construidos por ellos mismos, reciben la primera transmisión radiotelefónica en Quilmes. El 24 de julio del mismo año, el Club Social inaugura el radioreceptor que instalara días antes; en junio de 1924 en vecino Carlos Braggio, de Bernal, establece un récord mundial al comunicarse con un radioaficionado de Osborne, Nueva Zelandia. La estación radiotransmisora de radio montada por Braggio difundía música; hecho inusual por entonces...



1 comentario:

  1. el senor Carlos Braggio tenia una quinta en Bernal donde vivia con su familia, habia construido una torre alta como antena.yo conocia su hija Susana(Suzy) casada con Stuart Green,tenia dos hijos varones que murieron muy jovenes,su esposa Marujalo sobrevivio muchos anos. sus nietas eran Silvia y Gloria Green- tengo ahora 89 anos , me llamo Helida Scotto de Gomez,-naci en Avellaneda en el edificio de la Compania General de Fosforos, fundada por mi familia (Dellacha-Scottoy otros. Vivo en NY.

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