La propagación a largas distancias depende de muchísimos factores: de refracción de las ondas de radio, de capas ionizadas en la alta atmósfera y un bájo ángulo de radiación de una antena para la banda determinada.
Bajo condiciones casi perfectas o ideales, una antena en cualquier banda con un bajo ángulo de radiación, logrará emitir retornará a la tierra a 4000 Km de distancia, lo que no deja de ser una distancia considerablemente buena. Lo que en realidad sucede es que la mayoría de nosotros, no tenemos las antenas a la altura necesaria para lograr esos saltos, logrando por lo general saltos promedio de 2400/3000 Km más o menos. Cuando se hacen contactos más allá de las distancias mencionadas, por lo general es que ha existido el múltiple salto o multi hop.
Sucede que por cada uno de esos saltos, la onda radial es dispersa por la atmósfera y absorvida por la tierra, hasta que llega el momento que esta onda se pierde para siempre, llegando a ser imperceptible en una antena lejana.
Una solución para poder lograr estos saltos es operar cuando las condiciones son mejores, que por lo general es al amanecer y al atardecer local. No es una solución recomendable, pero funciona a causa de que la capa D de la atmósfera es débil y el poder de absorción de ondas es muy bajo a estas horas.
Debemos recordar que la tierra es un globo y que existen dos formas de alcanzar un punto sobre la misma, desde otro punto lejano. Esto es por el gran círculo entre los dos puntos y que en radio es el mejor, porque el paso más corto es donde menor pérdida de ondas o energía existirá en la comunicación punto a punto. Pero hay otra forma de realizar los contactos y que no es presisamente por el paso corto.
Las ondas de radio pueden seguir el paso opuesto al paso más corto, es decir 180 grados en reverso al paso corto y ello por su puesto, si las condiciones son correctas.
Si recordamos que la capa F de la atmósfera no se disipará en la noche, y por el contrario, la capa D se disipa rápidamente cuando ocurre el atardecer local, Esta combinación de estadía o permanencia de la capa F, con la ausencia de la capa D; permite multi saltos hacia el lugar en que ya es de noche en la tierra, es decir hacia las Antípodas.
Si hacemos un ejemplo práctico, una estación LU, quiere trabajar Japón por el paso corto, la distancia a recorrer será aproximadamente de 18000 Km.
Incluso con un bajo ángulo de irradiación en la antena, esta distancia representaría por lo menos 6 saltos por la capa F más 12 pases por la capa D, la cual es muy absorvente.
Sin embargo, el paso largo no es mucho más largo que el corto. Esta relación muy corto, ya que la distancia tendrá una diferencia de 18000 contra 22000 Km. Pero su este paso largo ocurre cuando la obscuridad existe entre las dos estaciones, no existirá casi ninguna absorción en la capa D y las señales además de llegar, lo harán con buen nivel.
El paso largo es mucho mejor cuando existen distancias de unos 9000 Km o menos y la diferencia entre el corto y el largo, en caso de las comunicaciones radioeléctricas, siempre favorece al paso corto, por lo que si existen posibilidades de trabajar por el corto, es mejor.
Para operar por el paso largo, hay que recordar que ésta debe estar en zonas de obscuridad. Las señales de paso largo son las fuertes que por el paso corto, solo cuando las ondas de radio no tiene que pasar por la capa D. Y la última consideración es que la capa F debe estar activa, por lo que ello depende de la actividad solar que permita que ciertas bandas estén abiertas de noche gracias a la capa F. Si esta capa se disipa en horas de la noche, no existirá el paso largo.
Otra consideración es que el campo geomagnético de la tierra esté en relativa calma con niveles de más o menos 20 en lo que se conoce como índice planetario A (debe estar debajo de 20 para tener óptimas condiciones) y el nivel o índice planetario K debe estar por debajo 3. Si estos niveles sobrepasan estos número, estará el campo geomagnético de la tierra a nivel de “tormenta”, lo que no es bueno para las comunicaciones radioeléctricas.
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